El peligro acecha a algunos de los héroes del mundo del cómic más venerados, y no precisamente por sus antagonistas. Es que los herederos de Jack Kirby, creador de personajes como Iron Man y Thor, le han puesto una demanda a Marvel para darle fin a los derechos de autor y sacarle más jugo a las franquicias, claro está.

Bajo la Ley de Derechos de Autor del 1909, los demandantes desean recuperar el control de gran parte del trabajo de Kirby y, así, Marvel desista de la acción “trabajo hecho por contrato”. Si pensamos que las películas tan ansiadas a últimas fechas –“Thor”, “Iron Man 2” y “Capitán América”, entre otras– no puedan cumplir el objetivo, es decir, que se trunque el plan de proyectarse, este terrible hecho puede solucionarse con unas cuantas carretadas de billetes verdes. ¿Fácil? Creemos que las taquillas se los agradecerán.
Si la demanda falla a favor, los inteligentes beneficiarios del emporio Kirby obligaría a pagar unas muy considerables sumas de dinero a la Fox –estudios que tienen en sus manos las cintas “Wolverine 2”, “Daredevil”, “X-Men” y “Ghost Rider”–, a Disney –con “Thor”, “Capitán América” y “Iron Man 2” – y Sony –“Spider Man”–. “Hulk” y “X-Men Origins: Wolverine” también podrían estar en disputa.
No cabe duda que obras que han marcado la cultura del entretenimiento y cosechado ganancias poderosas –mientras siguen cautivando millones de fans–, ahora hacen temblar –de miedo o de ambición, según sea el caso– a las partes involucradas. Qué embrollo. Entonces, si ocurre, pues que paguen, ¿no? Todo sea por los espectadores.